sábado, 6 de marzo de 2010

ROMANTICISMO









EL ROMANTICISMO

En las primeras décadas del siglo XIX se expandió por toda Europa un movimiento artístico y cultural conocido con el nombre de Romanticismo. El Romanticismo es más una ideología y actitud de pensamiento y vida que un estilo.
La nueva corriente no fue sólo un movimiento artístico, sino también una amplia corriente intelectual, con claras connotaciones políticas.
Se desarrolló fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a países como Francia, Italia, Argentina, España, México, etc. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Posromanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, el arte y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

El Romanticismo significó una nueva estética y un nuevo sentimiento que tenía como principales valores el amor a la libertad, la exaltación del individualismo y la defensa de los sentimientos frente al racionalismo del siglo anterior. Esto se tradujo en una profunda insatisfacción por el presente, en el placer de disfrutar de la naturaleza o en el gusto por el exotismo y las cosas desconocidas.
Los artistas románticos reclamaban una total libertad artística rechazando todas las normas del arte clásico vigente durante el siglo XVIII. En lugar de los modelos de la antigüedad griega y romana, revindicaron como modelo la Edad Media y proclamaron ante el universalismo clásico, el nacionalismo.
A pesar de que el movimiento romántico reflejó una determinada sensibilidad y visión del mundo, presentó una doble vertiente. Mientras el primer Romanticismo tuvo un carácter marcadamente conservador, en el extremo opuesto encontramos un Romanticismo liberal y hasta revolucionario, que exaltaba la libertad y el progreso humano.
Muchos artistas románticos, escritores, pintores y músicos, se implicaron se impulsaron en las luchas liberales y nacionales y ayudaron con sus obras a defender y extender esas ideas. Éste es el caso de escritores como Byron, Espronceda y Víctor Hugo, de músicos como Verdi y Wagner o de pintores como Delacroix y Géricault.
Características:
El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo:
· La conciencia del Yo como entidad autónoma y fantástica.
· La primacía del Genio creador de un Universo propio.
· La supremacía del sentimiento frente a la razón neoclásica.
· La fuerte tendencia nacionalista.
· La del liberalismo frente al despotismo ilustrado.
· La de la originalidad frente a la tradición clasicista.
· La de la creatividad frente a la imitación neoclásica.
· La de la obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.


PINTORES ROMÁNTICOS
La mayoría de los pintores románticos reflejan en sus obras los valores de la época. Los principales rasgos de la pintura romántica son :
· Movimiento. Esta característica supone una ruptura con el estilo neoclasicismo, solemne e inmóvil.
· Color y luz. Se emplean colores brillantes, aplicados con pinceladas sueltas, y los cuadros se llenan de luz.
· Paisaje. La naturaleza es la protagonista de la mayoría de los cuadros. Se presentan paisajes violentos y llenos de contraste.
Entre los pintores románticos cabe destacar a : los franceses Théodore Géricault, autor de La balsa de la Medusa, en la que se exalta el movimiento de personas y fuerzas de la naturaleza, y Eugéne Delacroix, muy influido por Rubens, de quien tomó los colores luminosos y las composiciones serpenteantes; al alemán Caspar David Friedrich y al inglés Joseph W. Turner, geniales paisajistas.
En España destancan las pinturas costumbristas de Valeriano Bécquer, y los paisajes de Pérez Villamil y las obres minuciosas y coloristas de Mariano Fortuny. A caballo entre el Romanticismo y el academismo hay que destacar a Federico Madrazo, pintor de retratos (La condesa de Viches) y cuadros históricos.

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